"La lírica es la forma artística con más grandeza que existe, no es sólo un espectáculo", ha asegurado en conferencia de prensa la veterana Sonja Frisell, quien añadió que "la misión del teatro lírico es expresar los sentimientos más profundos del ser humano, no competir con los espectáculos de rock".

Frisell, que lamentó que en muchas producciones operísticas "se tire tanto dinero" en efectos y luces, confió que en las representaciones de esta renovada producción del Teatro de la Maestranza que se estrenó en 1998, el público "salga renovado por la música".

La directora de escena desechó la idea de que los famosos guerreros de terracota chinos se reprodujeran en la escenografía, que ha sido dotada de un aire de fábula, nada realista porque "se trata de una fábula, de la historia de una mujer inteligente que quiere a un hombre inteligente".

El director musical de esta producción y del Teatro de la Maestranza, Pedro Halffter, aseguró que "el público ama la ópera con o sin crisis, y las entradas se agotan en pocos días y eso es lo más emocionante que le puede pasar a un programador".

Sobre la obra, Halffter dijo que, musicalmente, tendrá un "colorido fabuloso" como si se tratará "no de una realidad, sino de algo extraordinario", mientras que aseguró que la producción "es más grande" que la de 1998 por contar con más músicos, más miembros del coro y más figurantes.

"Turandot" se estrenará el 18 de marzo y se representará también los días 19, 22, 23, 25 y 26, con dos repartos en los papeles principales que se alternarán en esas fechas.

Las dos sopranos que encarnarán a la princesa Turandot, María Guleghina y Janice Baird coincidieron este lunes, como también hicieron otros cantantes del reparto, en destacar el trabajo que han hecho en "la parte psicológica" de sus interpretaciones.

"Hemos descubierto cosas nuevas", aseguró Guleghina, mientras que Baird describió a Turandot como a "una mujer que tiene miedo del amor pero quiere amor, y sabe que el hombre mejor no es el más fuerte sino el que además de inteligencia tiene alma, y además no quiere ser un esclavo".

En ese trabajo psicológico, el tenor Fabio Armiliato, incidió en "el primer contacto" entre Turandot y el príncipe Calaf, que él encarna, ya que ese encuentro supondrá el fin de la etapa de terror, en el que la princesa manda ejecutar a los pretendientes que va rechazando.

La también soprano Daniela Dessi -quien alternará su trabajo en el rol de Liú con la soprano Norah Amsellem, que debuta en Sevilla-, dijo que su papel, el de Liú, "es un personaje que Puccini amó" porque tal vez se trate de "la última heroína de Puccini", quien murió poco tiempo después de escribir esta ópera.

EFE

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