En la categoría de tenores, papel en el que Carreras ha cumplido 43 años de trayectoria, su entusiasmo no sólo se debe a que los latinoamericanos "son magníficos" vocalmente, sino a que han ayudado a desmitificar al "divo-tenor" con considerársele inalcanzable.
 
"Si vemos, por ejemplo, a Juan Diego Florez (Perú), estamos ante un hombre moderno y accesible, alguien que desmitifica al divo-tenor y exactamente lo mismo pasa con Rolando Villazón (México)", aseguró en una conversación durante la que Carreras pasó revista a sus facetas de artista, benefactor y hasta de aficionado del fútbol.
 
Se trata de artistas "que forman parte del mundo de la ópera, pero sin la actitud y los 'tics' de antaño. Creo que eso es muy positivo para llegar a la gente joven", comentó.
 
Aunque ha pasado más de una década desde el auge de "Los Tres Tenores" -grupo que formó con Plácido Domingo y Luciano Pavarotti para dar conciertos en los que además de la ópera exploraban otros géneros musicales-, la idea de que tenores de generaciones más recientes puedan revivir esa aventura definitivamente le entusiasmó.
 
Entre los latinoamericanos, dijo que las voces para renovar tal proyecto podrían encontrar "sin ninguna dificultad" y que el mayor reto sería hacer renacer "la pasión y la ilusión de embarcarse en una experiencia de este tipo".
 
Al pedirle elegir quiénes formarían actualmente el trío ideal, el tenor español mencionó a Florez y Villazón, ambos coetáneos con apenas 40 años, así como a Ramón Vargas (México), Marcelo Alvarez y José Cura (argentinos ambos), quienes están en la cincuentena.
 
"Escuchar juntas algunas de las voces de los tenores que he mencionado sería fantástico", aseguró el tenor, aplaudido por su lirismo natural, la riqueza de su voz y la intensidad de su interpretación, cualidades que le han llevado a encarnar más de 60 roles.
 
Aunque desde hace tiempo no participa en piezas de ópera, sigue ofreciendo cerca de medio centenar de recitales al año, un ritmo que planea mantener en 2013.
 
Sin incomodidad, Carreras habló también de su vida privada y se describió sin tapujos como un hombre "afortunado por poder seguir subiendo a los escenarios" y "feliz" gracias a sus hijos y nietos.
 
Su vida íntima es "el eslabón que falla en esta cadena" -se divorció de su segunda esposa hace dos años-, pero aseguró que pese a ello ha encontrado un equilibrio en el resto de satisfacciones que tiene.
 
Sobre su vida de benefactor, en la que cumple ahora 25 años, Carreras consideró que su "única habilidad" ha sido la de saber rodearse "de las personas adecuadas, tanto en el aspecto de gestión, como técnico y científico".
 
Un cuarto de siglo después de que se le diagnosticara una leucemia, enfermedad de la que en ese entonces las probabilidades de cura eran escasas, el tenor sigue al frente de la "Fundación Internacional José Carreras de Lucha contra las Leucemia", creada en Barcelona y que ha expandido sus actividades a EEUU, Alemania y Suiza.
 
Activas en áreas que van desde la investigación y dotación de equipamientos hasta apoyo social a enfermos sin recursos, las cuatro fundaciones gestionan entre 40 y 50 millones de euros anuales (de 53 a 66 millones de dólares), precisó.
 
EFE