En el ecuador, la OBC estrenará dos movimientos o piezas de la tetralogía "Música del no ser" (2008-2010), del joven compositor Ramón Humet (Barcelona, 1968).

Después de ver estrenada "Viento transparente" en 2008 y "Sol de primavera" en 2009, Humet, que había recibido el encargo de la OBC y de la Fundación Autor, estrena ahora los dos últimos movimientos de esta obra, "Blancura de nieve" (2009-10) y "Nubes brillantes" (2010).

Humet ha explicado hoy a la prensa que "la gestación de la 'Música del no ser' es consecuencia de la lectura de un breve poema que escribió el monje zen Daido Ichi'i momentos antes de morir: La música del no ser / llena el vacío: / sol de primavera, / blancura de nieve, / nubes brillantes, / viento transparente."

La obra está estructurada en cuatro movimientos independientes -con la posibilidad de poder ser interpretados aisladamente-, generados a partir de un motivo melódico muy conciso.

Aficionado al ciclismo, Pablo González, que hoy ha participado en una épica bicicletada junto con la prensa bajo una copiosa lluvia, ha calificado la obra de Humet de "música atemporal y luminosa, meditativa y orgánica" y considera que "encaja muy bien en el programa junto a la obra de Debussy".

Tras los primeros contactos con los músicos de la OBC, González opina que tiene "un buen nivel, pero como conjunto tiene que crecer" y ha confesado: "Me siento optimista, porque la orquesta tiene mucha calidad y en estos momentos lo que más me apasiona es el contacto personal con los músicos, y para eso implica conocer bien el grupo, saber si un día están cansados, o si necesitan más motivación".

Uno de sus primeros deseos sería "hacer un concierto fuera del Auditorio, en algún lugar abierto de la ciudad, como la filarmónica de Berlín u otras orquestas en Reino Unido o Estados Unidos, una iniciativa que tienen un tirón popular muy grande si se hacen un con un programa atractivo, aún siendo conscientes de que se alejarán del ideal artístico, porque la acústica no es tan buena".

Otro de los temas en los que se ha puesto a trabajar junto con el gerente del Auditorio, François Bou, son las grabaciones con la orquesta, aunque la crisis las dificulta.

Frente a la crisis, González no descarta crear un sello propio, como han hecho muchas orquestas importantes del mundo, o "acceder a plataformas digitales como Itunes o Spotify".

Con vistas a la temporada 2011-12, el director de la OBC se plantea "dividir la orquesta en grupos pequeños para llevarla a hospitales o prisiones, donde la gente no tiene acceso a la música clásica".

Simanovsky, Scriabin y Carl Nielsen son algunos de los compositores que Pablo González querría interpretar en esta etapa al frente de la OBC.

EFE