El solista de este concierto será el bandoneonista Néstor Marconi, quien comenzó sus estudios de piano y composición a los once años, dedicándose luego de lleno al bandoneón. Se destacó como un auténtico virtuoso entre los grandes de la generación del ’70 y actuó junto a Horacio Salgán, Ástor Piazzolla, Héctor Stamponi y Martha Argerich, entre otros. José Luis Castillo, a cargo de la dirección musical de este programa, grabó discos de música de vanguardia mexicana y la obra orquestal inédita de Silvestre Revueltas, de quien se encuentra realizando la edición crítica de sus obras.

El programa estará dedicado a la Música Americana, con una obertura del norteamericano George Gershwin (1898-1937), una obra concertante del argentino Astor Piazzolla (1923-1992), dos piezas orquestales del mexicano Silvestre Revueltas (1899-1940) y del brasileño Heitor Villa-Lobos (1887-1959).

El concierto comenzará con la Obertura cubana de Gershwin. La obra, que el autor compuso en 1932 luego de un viaje que hizo a Cuba, posee tres partes contrastantes: la primera y la última con la fuerte impronta rítmica de una rumba, con maracas y bongó, y la sección central lírica con melodía de blues, característica del compositor.

La primera parte culminará con el Concierto para bandoneón y orquesta de Astor Piazzolla, estrenado por el mismo autor en 1980. Esta obra muestra todas las características estilísticas de Piazzolla en una estructura formal propia de la música académica: un concierto neoclásico que propone un diálogo fluido entre el solista y el “tutti”.

La segunda parte del concierto comenzará con el Janitzio de Silvestre Revueltas. Este autor mexicano, afín a la estética urbana de su país, compuso esta viñeta sinfónica en 1933 en homenaje a Janitzio, una pequeña población de México ubicada en una isla del lago Pátzcuaro de Michoacán. La pieza se basa en un “valsezote”, una tonada que es invadida por disonancias que evocan las marchas de las bandas provinciales.

El concierto finalizará con la Bachianas brasileiras Nº 2 de Heitor Villa-Lobos. El compositor brasileño en la década de 1930 adaptó su estilo folclórico radical al neoclasicismo europeo contemporáneo. De esta manera, como homenaje a Bach, compone a lo largo de quince años nueve Bachianas Brasileñas, mezclando estructuras barrocas con materiales folclóricos. La segunda de las Bachianas Brasileiras, compuesta en 1933, evoca diferentes ambientes o personajes de su país en sus cuatro movimientos: un capadocio, que es un tipo de malandra brasileño; el ambiente de los candomblés y macumbas; el “sertao” que es la parte desértica más pobre del Brasil; y un viaje por los pequeños ferrocarriles del interior del Brasil.

Los próximos conciertos del Ciclo de Invierno serán el martes 10 de julio con un programa cuyo eje temático será Fausto, en las versiones sinfónicas de Ginastera, Berlioz, Wagner y Liszt; y el martes 17 de julio, correspondiente al Abono DAIA, con obras de Juan Carlos Paz, Richard Strauss y Anton Bruckner.

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