El maestro Rossen Milanov, quien ya se presentó junto a la Filarmónica de Buenos Aires en 2006 en el Teatro Colón, es Director Artístico de la Orquesta de Filadelfia y también se despeña como Director musical de la Sinfónica de Haddonfield en Nueva Jersey, la Nueva Orquesta Sinfónica de Sofía y, desde 2003, es Director principal de la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional de Bulgaria.

El programa estará integrado por dos obras sinfónicas románticas: una sinfonía del ruso Sergei Rachmaninov (1873-1913) y una obertura de uno de los patriarcas de la música argentina Alberto Williams (1862-1952); y una obra concertante post-romántica de Francis Poulenc (1899-1963), poco frecuente en el repertorio de conciertos.

La función comenzará con la Primera obertura de concierto, Op. 15 de Alberto Williams. Considerado uno de los iniciadores del nacionalismo musical de nuestro país, su aporte a la vida artística argentina fue fundamental no sólo por sus composiciones sino también por su labor pedagógica, fundando en 1893 el Conservatorio de Música de Buenos Aires que luego tuvo sucursales en todo el país. La Primera obertura de concierto, compuesta en 1889 en París, pertenece a su primer período creativo, previo al nacionalismo, en donde se observa una fuerte influencia romántica, en particular de su maestro en la capital francesa, el compositor belga Cesar Franck.

La primera parte del programa se completa con el Concierto para piano y orquesta de Francis Poulenc. Este autor, reconocido por sus canciones, óperas y piezas instrumentales, fue miembro de Les Six, un grupo de compositores franceses reunidos alrededor de Erik Satie que se rebelaba contra el Impresionismo y el wagnerismo, propugnando una música francesa propia. Su Concierto para piano y orquesta, encargado por la Boston Symphony Orchestra en 1949, se aleja de los cánones clásicos del género, siendo un verdadero "divertissement" lleno de melodías características del compositor y dándole un brillo particular a las intervenciones del solista.

En esta obra actuará la destacada pianista japonesa Ekiko Ebbi, discípula de Aldo Ciccolini, Marie-Claire Laroche y Colette Zerah, y recibió orientación de Vlado Perlemuter, Nikita Magaloff y György Sebok, luego de estudiar en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París. Ganadora de varios premios, se presentó como solista junto a la Nueva Orquesta Filarmónica de Radio Francia, el Ensemble Orquestal de París, la Orquesta Filarmónica de Montecarlo, la Manchester Camerana y la Orquesta Filarmónica de Eslovaquia, entre otras. En 2003 se presentó en el Colón junto a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, interpretando el Concierto N° 2 de Chopin.

La segunda parte estará dedicada a la Sinfonía Nº 1 en Re menor, Op.13  de Sergei Rachmaninov. Este compositor, reconocido mundialmente como pianista virtuoso, sigue la tradición musical rusa de Piotr Ilitch Chaikovski y Nicolai Rimsky Korsakov, abarcando diversos géneros musicales. En su producción sinfónica, se ubican tres sinfonías, de las cuales la N° 1, escrita a sus veinticuatro años en 1895, muestra vibrantes pasajes líricos y un dramatismo heredero de Chaikovski.

hLm!.Noticias