En rueda de prensa para hablar de sus presentaciones en México, en el marco de la Segunda Temporada de Conciertos de la OSN, en el Palacio de Bellas Artes, la diva afirmó que a ella le apasiona todo lo que tiene que ver con el mundo de la música clásica, donde, dijo, en la actualidad hay excelentes voces y propuestas.

Con una impresionante carrera a cuestas, la soprano recordó que lo importante en la música es expresar, por eso le agradan esas propuestas que expresan y logran transmitir el sentimiento como ella lo hace.

Descendiente de una familia aristócrata maorí, Kiri Te Kanawa es admiradora de músicos como Wolfgang Amadeus Mozart y de Richard Strauss, de quienes tiene interpretaciones memorables, como Nun's Chorus, que le valió su primer disco de oro en Nueva Zelanda, pero también su debut en la Royal Opera House.

Es por ello, aseveró, que para esta presentación en México ha escogido arias de óperas como Salomón II; Il Giustino; Arsilda, Bazajet, La flauta Mágica, Las Bodas del Fígaro, Manon Lescaut y La Bohemia, que espera cantar en sus mejores condiciones, pues después de llegar a México ha perdido el miedo a la altura de la capital mexicana (2 mil 220 metros sobre el nivel del mar).

Concisa en sus respuestas, la soprano reconoció que sobre la cultura de este país y su público, aún no sabe nada, ya que lo único que ha escuchado es lo que el tenor Plácido Domingo le ha comentado y que será acompañada por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).

Egresada del Centro de Opera de Londres, a los 20 años, Kiri Te Kanawa ya había ganado los principales premios de canto del Pacífico Sur y grabado algunos discos.

En el terreno operístico, Kiri es una figura conocida en los principales teatros del mundo, por sus excelsas interpretaciones de diversos célebres papeles protagónicos.

Entre sus más importantes presentaciones destaca en 1981, su interpretación de "Let the Bright Seraphim", de Handel, en la boda de los príncipes Carlos y Diana de Gales, cuando se estima pudo ser escuchada por unos 600 millones de personas en el mundo.

Según los conocedores, en el escenario, su serenidad y belleza vocal se han unido a las agrupaciones orquestales más importantes del mundo, como la Sinfónica de Chicago, la de Londres o la de Boston y ahora lo hará con la Sinfónica Nacional de México, que dirige Enrique Arturo Diemecke.

El programa de la OSN, para las funciones del 26 y el 28 de mayo se compone por "Entrada de la reina de Sheba", de Salomón (George F. Handel); y "Vedró con mio diletto", de Il Giusttino; "Io son quel gelsomino", de Arsilda; "Regina di Ponto Sposa son disprezzatta", de Bazajet (Antonio Vivaldi). "La clemenza di Tito", obertura; "Le nozze di Figaro", obertura; Die Zaubertflote, obertura (Mozart); "La Boheme" (acto III), "Oh mio babbino caro", de Giani Schicchi; de Giacomo Puccini, y "La rosa yel sauce", de Carlos Gustavino; entre otras.

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