Nacido en Buenos Aires el 10 de agosto de 1931, había  iniciado los estudios de piano con el maestro Pedro Rubbione, y posteriormente con la profesora Inés Gómez Carrillo y el maestro Roberto Caamaño. Su primera presentación con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires fue en 1966 en ocasión del estreno de la Cantata, Op. 27 de Roberto Caamaño. Desde entonces su actividad en el Teatro Colón fue ininterrumpida, llevando a cabo el estreno de Golgotha de Frank Martin, con la presencia del autor en la sala, y de este mismo autor la primera audición en Buenos Aires en 1967, de la Petite Symphonie Concertante para piano, clave y arpa bajo la dirección de Pedro Ignacio Calderón, y en 1970 con la batuta de Félix Prohaska.

En 1971 por concurso de oposición, ganó el  puesto de pianista, celesta y cémbalo  de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Desde entonces tuvo a su cargo la responsabilidad de importantes concertantes, tanto en los ciclos de abono de la orquesta, como en la programación de las temporadas del Ballet Estable del Teatro Colón, donde su participación como solista fue requerida en reiteradas oportunidades. Así participó en la presentación del Ballet de Ginebra, interpretando la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Sergei Rachmaninov, y en el English National Ballet en 1990, ejecutando Tres preludios con música de Sergei Rachmaninov.

Actuó como solista con las siguientes orquestas: Filarmónica de Buenos Aires, sinfónicas de Córdoba, Rosario, Tucumán, Bahía Blanca, Juvenil de LRA y de la Universidad de Cuyo, bajo la dirección de los maestros Luis Gianneo, Pedro Ignacio Calderón, Juan Carlos Zorzi, Jorge Fontenla, Mario Benzecry, Mariano Drago, Bruno D’Astoli, Alexander Szenkar, Washington Castro, Bruno Bandini, Mircea Basarab, Félix Prohaska, Enrique García Asensio, Lamberto Baldi, Jean-Marie Auberson y Simón Blech. En los últimos años cabe destacar su brillante interpretación del Concierto Nº 5 “Emperador” y el Triple Concierto de Beethoven acompañado por la Orquesta Sinfónica de Rosario.

En la temporada 2001 del Teatro Colón, integró como solista de piano la Orquesta Filarmónica de Israel con la dirección del maestro Zubin Metha, en su concierto inaugural y sin ensayo previo, lo que le valió el caluroso aplauso en el escenario del mencionado maestro. Ha efectuado numerosos recitales de música de cámara en las salas más importantes de la capital y del interior del país.

Con el violinista Pablo Saraví ha realizado un programa de sonatas alternado con Clases magistrales para la Academia de Música dependiente de la Casa de la Cultura de General Roca, provincia de Río Negro. En el plano de la enseñanza desarrolló una intensa actividad que mereció el elogio público de la eminente Rosalyn Tureck, quien dijo de él: “Es un gran maestro”.

Su fallecimiento en el día de ayer, ha causado una profunda tristeza entre sus compañeros de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, que pudieron conocer a una excelente persona, cálida, afable, alegre y con un admirable amor a la vida y a la música.

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