La obra, una "ópera seria" basada en el libreto de Giambattista Varesco, narra la historia de Idomeneo, rey de Creta, y su hijo Idamante, que se enfrentarán a un destino desolador cuando Neptuno ordena al monarca ofrecer en sacrificio a éste.

El director artístico de esta ópera, Antonio Moral, ha explicado hoy que en esta pieza, Luc Bondy ha realizado un trabajo "muy profundo" con los personajes en busca de "la intensidad y la esencia del drama", para reflejar las relaciones entre un padre y un hijo, algo con lo que Mozart estaba muy sensibilizado en el momento de la creación de "Idomeneo".

"Mozart -compositor también de "La clemenza di Tito" o "Don Giovanni"- se sentía en cierto modo utilizado por su padre, que buscaba el triunfo musical de su hijo por todos los medios, así que parece que sí que hay una conexión, consciente o inconsciente, entre su vida personal y esta ópera", ha comentado el director musical de la obra, Jesús López Cobos.

De este modo, la historia de amor entre la princesa troyana Ilia e Idamante queda relegada a un segundo plano en una ópera que contará, esta vez, con dos repartos distintos en los que el papel de Idomeneo será representado por los tenores Kurt Streit -los días 17, 19, 21, 24 y 26 de julio- y Kobie van Rensburg -18, 20, 23, 25, 27 de julio-.

Junto a ellos las mezzosopranos Bernarda Fink -los días 17, 19, 21, 24 y 26 de julio- y Joyce Didonato -18, 20, 23, 25, 27 de julio- interpretarán el papel de Idamante.

Para Bondy, que ha calificado la pieza de "intimista y refinada", es necesario buscar una "mejor relación entre los protagonistas, el escenario, el coro y el público", por lo que ha buscado la forma de acercar todos los elementos.

Además, el suizo ha pretendido centrarse en los conflictos y sentimientos internos de los personajes, cuyas exigencias dramáticas y vocales "son enormes".

Compuesta por Mozart cuando apenas contaba con 25 años, algunos han definido "Idomeneo" como una ópera "reaccionaria", con un gran atrevimiento espiritual y osadía armónica que se oponía "frontalmente" al pasado y lo conocido hasta entonces.

"Esta gran madurez del artista y su genialidad son algo excepcional", ha afirmado Antonio Moral, quien a su vez ha calificado a Bondy como "uno de los más grandes directores de escena del mundo".

El suizo, que realizó su primera versión de la pieza para una apertura de temporada del Teatro Scala de Milán, ha asegurado que le hizo falta "mucho tiempo para entender completamente la obra, que además contiene una de las escenas más bonitas de la historia de la ópera", ha comentado en referencia al momento en el que Idamante le propone a su padre que acabe con su vida.

"Es una situación desgarradora dentro de una obra visionaria que debería trabajarse cada cuatro o cinco años para sacarle todo el jugo que tiene", ha concluido el director escénico.

hLm!.Noticias - EFE