Por Benoît Fauchet (AFP)

Juan Diego Flórez cuenta que llegó al bel canto por el camino de la música pop. "Cantaba en los grupos de rock. Empecé a descubrir la música clásica en el conservatorio", dijo Flórez. "La primera cosa que me dio a escuchar mi profesor fue el bel canto", agregó el tenor, en una entrevista con la AFP. "En el bel canto, hay una cierta luz que está vinculada a lo que yo amo", señaló. Fue con "Matilde di Shabran", de Rossini, que este tenor con agudos estratosféricos hizo su debut profesional en 1996, en el marco del Festival de Pesaro (Italia).

Después, este "tenore di grazia", como dicen los italianos, agregó a su repertorio otros papeles de Rossini, "El Barbero de Sevilla", "La Italiana en Argel", "El Conde Ory". Sin olvidar a Bellini ("La Somnambule", "I Puritani") y Donizetti.

En "La Fille du régiment", de este último compositor, Juan Diego Flórez hizo dos bis en 2007 en la Scala de Milán, cantando "Ah mes amis", con nueve de esos agudos estratosféricos. Fue la primera vez en 75 años que ocurría algo así en La Scala.

"Yo no diría que el bel canto es fácil para mí. Pero no puedo decir tampoco que me sea muy difícil, porque si lo fuera, estaría loco de hacer este repertorio", dijo el tenor. "Se tiene que tener la voz (para el bel canto), la voz tiene que ser un instrumento flexible", recalcó. "Amo otros repertorios. Wagner, Richard Strauss, amo ir a escucharlos al teatro. Pero para cantar, lo que yo disfruto más es el bel canto, no tengo que forzar mi voz", dijo. "El repertorio que canto es el que amo", reiteró el tenor, con una seguridad y convicción.

En un recital a fines de marzo en la sala Pleyel de París de "Orfeo" de Gluck, así como en el álbum de esa obra (Decca/Universal), el tenor muestra la adecuación de sus medios vocales a la pieza, principalmente al lanzarse en una aria "L'espoir renaît dans mon âme" ("La Esperanza renace en mi alma". Interrogado acerca de si se lanzará en otros repertorios, como obras francesas del siglo XIX, el tenor demuestra cautela. "Debo ser prudente en lo que escojo. Abordaría "Les Pêcheurs de perles" ("Los Pescadores de Perlas) de Bizet en 2012, pero "Romeo y Julieta" (Gounod), "Manon" o "Werther" (Massenet) son pesados para mí", reconoció. "Si canto cada vez más roles pesados, mi voz, un día u otro, va a pagarlo caro: empezará a cansarse, perderá sus colores y sus agudos", señaló.

Solicitado en el mundo entero -tiene compromisos hasta en 2015, Juan Diego Flórez trata de garantizarse periodos de vacaciones. Así puede regresar una vez al año a Perú, donde su fundación desarrolla orquestas y coros de jóvenes, inspirados en el modelo "El Sistema" de orquestas juveniles de Venezuela.

Jóvenes que quizá, un día, serán sensibles m la belleza del bel canto.

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