Natalie Dessay en el rol de Violeta llevó a la cortesana parisina a un nuevo mundo donde los misterios del amor castigan su atormentado corazón más que a cualquier otra Violeta, donde el aire es irrespirable y la verdadera felicidad no existe. Dessay es actriz además de cantante y este es el orden en el que debemos referirnos a ella, es lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de observar una representación de la soprano francesa. Una voz de hermoso timbre, único y de mucha sutileza que se conjuga con pocos y elegantes caminos de coloratura. Dessay crea sus personajes desde la actuación y su enorme voz pasa a ser su segundo medio de expresión. Todo aquel que entienda que asistir a una creación de esta soprano es enfrentarse a una nueva versión de lo tradicional deberá aplaudir de pie, con Dessay no existen las representaciones frías donde la voz es lo fundamental, acaso de eso se trata la ópera? Pues bien, Dessay lleva la ópera a un nuevo orden: el de la actuación por encima del canto. Si queremos escuchar una voz refinada y brillante (no digo que la de Dessay no lo sea, de hecho para quién escribe es una de las voces más hermosas de este tiempo) pero conjugada con una excelente técnica y gran coloratura estamos por el camino equivocado, busquemos mejor en la discoteca alguna versión de "La Traviata" de Joan Sutherland (una leyenda del mundo lírico). En cambio si estamos con ánimo de asistir a una verdadera y sentida interpretación aparece inmediatamente el nombre de Natalie Dessay.

Natalie Dessay nació en Lyon, Francia. Es clasificada como soprano ligera de coloratura y es considerada la más famosa cantante de ópera emergida de ese país desde Régine Crespin, fallecida en 2007 a los 80 años. Dessay forjó su carrera a partir de su compromiso escénico y su talento actoral. Así es como en sus comienzos desarrolló roles de soprano ligera, gracias a la facilidad en el registro sobreagudo pero a lo largo de los años fue extendiendo y volcando su repertorio a roles más dramáticos.

Su representación en el Met tuvo fisuras (vale decir que en el estreno de "La Traviata" tuvo que ser reemplazada por problemas de salud por la soprano Hei-Kyung Hong) por momentos se la escuchó agitada y muy justa en las notas altas pero a medida que se sucedieron los actos su figura y su canto fueron creciendo de manera memorable. En el acto final, su interpretación de "Addio, del passato", la despedida de Violetta a los sueños de los últimos días felices Dessay fue todo lo sufrida que debe ser una moribunda y así cantó, sin un modelo de refinamiento técnico pero tan real como dolorosa.

Al final, después de caer desplomada al morir, se bajo el telón. La ovación fue enorme y al subir el cortinaje para los saludos finales apareció su figura aún comprometida con el personaje de Violeta, su rostro lo demostraba. En este marco fueron ovacionados por su gran labor el tenor Matthew Polenzani y el barítono Dmitri Hvorostovsky, Dessay recibió el mayor reconocimiento pero no se sintió merecedora de los aplausos por lo que inmediatamente después de su saludo se retiro para despedirse con el grupo. Ella sabía que no había cantado todo lo perfecto que debía hacerlo, pero en este caso tratándose de Dessay eso queda en segundo plano. Brillante Natalie Dessay en esta representación de "La Traviata" en el Metropolitan de Nueva York.

Alejandro Villarreal
Director de hagaselamusica.com