El asunto llegó a tales niveles que el pequeño Solomon a los ocho años de edad ejecuta como solista el famoso Concierto Nº 1 para piano y orquesta de Chaikovski. Como niño fascinó al público. Pero sus padres, de manera acertada decidieron que su joven hijo se retirara por un tiempo de los conciertos y se concentrara en el estudio, sea para aumentar su repertorio, como también para superar desde el punto de vista interpretativo su condición de un “simple prodigio musical”. Obviamente estuvieron en lo cierto, puesto que luego de ese período sabático el joven Solomon viaja a París para recibir los consejos de Lazar Lévy y Marcel Dupré. De todas maneras, sus intensos estudios pianísticos, como también sus reiteradas presentaciones en público producen en él un gran desgaste emocional. Por dicha causa su amigo personal, el director de orquesta Henry Word le aconseja que se retire por un tiempo del piano para recuperarse. Retorna en 1928, e incluso en ese año graba su primer disco. Solomon fue una persona muy generosa, y ello lo demuestra al ejecutar numerosos conciertos en forma gratuita delante de las tropas aliadas durante la II Guerra Mundial. En 1955 forma un gran trío con los no menos famosos Pierre Fournier y Zino Francescatti. Pero esta formación musical no dura mucho tiempo. Un año más tarde, en 1956, Solomon sufre un violento ataque de hemiplejia que lo dejó completamente imposibilitado de seguir tocando el piano los últimos treinta y dos años de su vida.

Solomon fue un gran pianista, destacándose especialmente en Mozart, Beethoven y Brahms. Los que tenemos el privilegio de tener sus registros discográficos podemos constatar que constituyen excelentes puntos de referencia desde el punto de vista interpretativos. Fue un pianista de ejecución muy controlada, de fraseos muy claros, definidos, poniendo al que le escuchaba en una situación en el cual éste entendía lo que Solomon quería expresar, es “fácil” seguirlo y en este aspecto nos hace recordar en cierta forma a Claudio Arrau y a Alfred Brendel. Hasta se puede apreciar en dichas interpretaciones un toque verdaderamente “aristocrático”. Además, su técnica era sobresaliente, pero utilizada de manera adecuada a las circunstancias interpretativas, en otras palabras: no buscaba de manera alguna espectacularidad. Las ejecuciones de este pianista inglés traslucen un hermoso sonido transparente y “pastoso”, dando la impresión como si hubiera “algodón” entre el martillo y la cuerda que este tiene que golpear.  En 1939 Solomon ejecutó en primera versión el Concerto del compositor Bliss, el cual le dedicó dicha obra.  Falleció en 1988 a la edad de 85 años.

Jorge de Hegedüs