En 1950 se fundó el primer estudio de música electrónica en Alemania, dirigido por Eimert. En 1963 fue reemplazado por Stockhausen y luego, en 1953, surgió el primer laboratorio italiano en Milán, donde encontramos a Berio y Maderna. Y así se agregaron otros países europeos y americanos. En 1958 en Bruselas se inauguró un estudio dirigido por Pousseur, que en 1970 se trasladó a Lieja. En Holanda, Koenig dirigió el laboratorio de Utrech a partir de 1964, a la vez que el de Friburgo (dirigido por Haller) se inauguró en 1971. Mientras tanto, Francia desarrolló un centro de investigación (el IRCAM) dirigido por Boulez que se inauguró en 1975. Las investigaciones en electrónica musical están presentes en EE UU desde 1952, en la Universidad de Princeton y en la de Columbia, con Milton Babbitt. Estos primeros pasos se aceleraron por el lanzamiento del primer sintetizador electrónico comercial, diseñado por Robert Moog y Donald Buchla.
La música electrónica brindó su primer concierto público en 1953, cuando se presentó el primero de los Studien de Stockhausen. El compositor trabajó en esa oportunidad con medios precarios como los osciladores para la creación de ondas sinusoidales, ruidos, etc., que fueron transformados y editados obteniendo una cinta magnetofónica que expone a la partitura y al intérprete. En esta primera etapa, Stockhausen creó sus obras electrónicas basándose en técnicas del serialismo. Más tarde, él y otros (como Berio) se decantarán por la combinación de fuentes electrónicas y concretas, en especial las originarias del habla, para combinarlas después en la electroacústica, género en el que intervino la cinta magnética junto con intérpretes en vivo. Esta música generó una terminología propia. Los conocidos sintetizadores analógicos incorporaban aparatos propulsores de ondas sinusoidales, cuadradas, triangulares o de diente de sierra.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Joaquín Rodrigo
Prelude
Robert Schumann
Ciclo 2011 - Programa N° 18
Biografía
Gopak
Gioacchino Rossini
Programa N° 14 - 05 de diciembre de 2010
Su estilo romántico, su voz dulce y su afinación lograron que el éxito le llegara siendo muy joven. Pero también fue un estudioso que nunca abandonó el cuidado de su voz y que, además, se formó musicalmente, a tal punto que fundó su propio conservatorio, por donde pasaron importantes figuras de la canción nacional.
La resurrección del cuarenta, la nostalgia de una época de cantores insuperables y la alegría de recuperar el recuerdo de aquellos tiempos del tango invicto, todo eso fue Luis Cardei. Escuchar su voz, profunda y pequeña, nos transporta al Buenos Aires de los patios con glicinas, del chirrido del viejo tranvía, de la bohemia del “trocen”, de las revistas del Maipo y El Nacional, de los primeros boletos en el hipódromo y de tantas otras cosas. Un pedacito de cantor, una enormidad de ser humano. Fue un cantor intimista, de fraseo porteño y delicado que generaba un clima emotivo con su media voz que se va quebrando lentamente, como si se fuera apagando.
La Orquesta del Tango de la Ciudad de Buenos Aires es un organismo estable de la Secretaría de Cultura porteña creado en 1980, año en que debutó, el 2 de febrero, en la sala Juan Casacuberta del Teatro Municipal General San Martín. Las presentaciones de la Orquesta se han realizado en la Argentina (Buenos Aires e Interior del país) y varios países de América (Chile, Uruguay, Brasil, Colombia, Costa Rica, Panamá y México). Esta constituída por más de treinta músicos de primera línea.
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.