Trás la Segunda Guerra Mundial, el mundo se organizó en dos bloques al mando de los EE UU y la URSS, aunque luego este orden sufrió muchas convulsiones. La Guerra Fría estimuló la competencia tecnológica dedicada a lo militar primero y a lo civil después. Así surgieron las primeras computadoras, de la mano del secreto que demandaban los temas de defensa, para terminar siendo elementos indispensables de la vida cotidiana de hoy. Su desarrollo junto al de la electrónica generó un nuevo grupo de artistas que utilizaron los avances para mejores fines como la grabación, reproducción, manipulación y creación de sonidos y músicas. Después de la postguerra, la recuperación económica de Europa y EE UU abrió un nuevo mercado de consumo, que llenó los hogares de instrumentos para el goce auditivo.
Además de los conciertos y la radio, las músicas populares llegaban al público a través de nuevos medios. En los sesenta, muchas casas incorporaron el televisor y el tocadiscos. Las discográficas se encargaron de grabar a grandes artistas de la clásica, pero también descubrieron el potencial de músicas accesibles a los oídos mayoritarios. Estas músicas, entre las que encontramos al blues o al rock primigenio, abandonaron la clandestinidad y desarrollaron su faz comercial con el pop. Las estrellas del rock y el pop disponían de la mejor técnica para las grabaciones e incluso crearon una sub industria de instrumentos como la guitarra, batería y bajo eléctricos, elementos básicos del nuevo sonido a los que se sumaron los órganos eléctricos, que precedieron a los sintetizadores.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Allegro ma non tanto
Johann Strauss
Stabat Mater
Gaetano Donizetti
Giuseppe Verdi
Astor Piazzolla
Ciclo 2011 - Programa N° 16
N° 7 - 17 de octubre de 2010
Héctor “Chupita” Stamponi fue pianista, director, compositor y arreglador. Juntamente con Eduardo Pereyra, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgan, Lucio Demare, ha sido uno de los mayores solistas de piano, individualizado por su peculiar fraseo, su inconfundible manera de "decir" en el plano y de armonizar los temas.
Fecundo autor de letras de tango, vino al mundo en el porteño barrio de Liniers, zona que creció al amparo de la instalación de los talleres del antiguo Ferrocarril Oeste. Su aporte al tango quedó reflejado en la gran cantidad de composiciones que escribió, sin apartarse nunca de un particular estilo de poeta de barrio. Sus letras resumen emociones y pasiones comunes a la sensibilidad del porteño. Musicalizaron sus letras, entre otros, Ricardo Tanturi, Francisco Rotundo, Miguel Caló, Anselmo Aieta, Alberto Morán, Roberto Rufino y Alberto Podestá, entre otros.
Antonio Agri compartió casi tres lustros de música con Astor Piazzolla. Agri era santafesino y violinista casi autodidacto, según su definición. Abandonó Rosario, junto con su puesto en la Sinfónica local, a los 28 años. En Buenos Aires lo esperaba el tango y una prueba con Piazzolla, quien demoró seis meses en resolver la admisión pero lo hizo en forma rotunda y definitiva. En el tango sumó, entre muchas otras, la experiencia de ser convocado en ocasiones por Aníbal Troilo, de animar dos de las etapas de vida del Quinteto Real -junto a Horacio Salgán- y su propio Quinteto con sede en París, codirigido por el bandoneonista Juan José Mosalini.
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.