En el siglo XX, la música de los EE UU (y la norteamericana en general) se caracterizó por su originalidad, vigor e independencia de las tradiciones conservadoras. Los vanguardistas europeos se instalaron en forma definitiva allí, en especial tras recibir inmigrantes y exiliados de guerra contantemente. Entre ellos se destacaron: Schoenberg, Stravinski, Bartók, Weill, Krenek, etc. Estos innovadores del lenguaje musical captaron la atención entre alumnos que luego desarrollaron estilos y escuelas propias. Por un lado, en EE UU se afinca un tipo de experimentalismo que combinó con las propuestas libertarias de los sesenta: happenings, improvisación, arte pop, etc. Por otro, las nuevas tecnologías de tratamiento y producción del sonido posibilitaron el acceso a los conservatorios de personajes ajenos a la creación.
Aunque sus obras no visitan los escenarios europeos, existen muchos creadores, autores prolíficos de obras en todos los géneros y estilos. Aparte de nombres famosos como George Gershwin o Aaron Copland, encontramos a Roy Harris, Ferde Grofé (autor de la Suite del Gran Cañón y otras suites orquestales), William Grant Still (influenciado por sus herencias negras, amerindias y europeas), el suizo nacionalizado Ernest Bloch (autor de la rapsodia América), Roger Sessions, Virgil Thompson, William Schumann o Paul Crestón (cuyo nombre verdadero fue Joseph Guttoveggio). Entre los académicos se encuentran Randall Thompson, Howard Swanson, Ray Green, León Kirchner, Paul Bowles (escritor y viajero, autor de una ópera con texto de García Lorca: El viento sigue) o Alan Hovhaness, de ascendencia armenia y escocesa, que integró la música oriental y la espiritualidad en sus obras.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Alexander Borodin
Programa N° 13 - 28 de noviembre de 2010
Johann S. Bach
Leo Nucci (Rigoletto)
Rolando Villazón (Rodolfo)
Antonin Dvôrak
Biografía
Félix Mendelsshon
Piazzolla representa uno de los rarísimos casos en que un autor se desenvuelve de forma extraordinaria tanto en el mundo de la música popular, con sus tangos porteños, como en el de la música culta o clásica. Creó un nuevo género llamado tango sinfónico renovando de esta manera de forma decisiva el tango. Si se considera que la obra de Piazzolla comienza en 1946 con El desbande y concluye en 1990, con Le grand tango y con Five tango sensations, que el mismo año graba con el cuarteto de cuerdas Kronos, se deduce que cubre 46 años, un lapso en el que produjo no menos de ochocientas obras.
Corrían los años finales de la década de 1910 y el tango luchaba por liberarse del ingenuo primitivismo musical de sus orígenes, internándose en formas orquestales más complejas. Evolucionaba también el papel del piano, hasta entonces reducido a la simple marcación del ritmo. Comenzaba a delinearse una tendencia estilísticamente depurada y novedosa, el llamado por algunos estudiosos «tango romanza», entre cuyos precursores se destaca la figura de Juan Carlos Cobián.
Sin lugar a dudas, Julio Sosa fue el último cantor de tango que convocó multitudes. Y en ello, poco importó que casi la mitad de su repertorio fuera idéntico al de Carlos Gardel, aunque también es cierto que interpretó algunos títulos contemporáneos. Como dice el investigador Maximiliano Palombo, fue una de las voces más importantes que tuvo el tango en la segunda mitad de los años cincuenta y principios de los sesenta, época en que la música porteña pasaba por un momento no demasiado feliz".
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.