El siglo XVIII considera a la música como una ciencia, un arte regido por leyes. Rousseau la definió como “el arte de combinar los sonidos de una manera agradable al oído”. Esta definición se opuso al posterior romanticismo, con su auge de las pasiones y los sentimientos. Otros autores como Michaelis ven en ella una forma sublime de aventurarse en los terrenos de la fantasía. Incluso hay quienes como el mismo Rousseau y Herder califican a la música como un lenguaje intuitivo, anterior y origen del lenguaje de las palabras, destacando al pueblo, más cercano a la naturaleza, sobre el mundo burgués civilizado. Así nace un nuevo espíritu de la educación, tanto general como musical. En el primero de los casos situamos los trabajos de Voltaire y Goethe, mientras que la pedagogía musical es tema de escritos de C. Ph. E. Bach, Quantz y otros. El mundo ya estaba preparado para la llegada de genios creativos naturales, que rechazaron la erudición típica del barroco y transgredieron las normas impuestas.
La estética de la época comienzó a generar nuevos pensamientos, aunque sigue apoyándose en la doctrina platónica, enriquecida con los aportes de Hegel y su apariencia sensorial de las ideas en lo bello. El artista reprodujo o imitó un modelo de perfección ideal, personificado en la naturaleza, llegando a plantear una música con un programa extra-musical. Pero, hasta la más pura música obtiene su lingüística del principio creador de la naturaleza. Así se pretende atacar lo artificial y el ambiente del barroco, exponiendo los elementos sonoros por los gruesos telones de la textura polifónica. Otros pensadores, como Baumgarten, plantearon que el músico es capaz de superar a la naturaleza si usa y elige racionalmente los preceptos estéticos correctos.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Orquesta y Coro de la Scala de Milán - Ricardo Mutti
Leonard Bernstein
Richard Wagner
Biografía
Edvard Grieg
Richard Strauss
Ciclo 2011 - Programa N° 12
Monserrat Caballé (Maddalena)
Hacia 1908 y en algunos cafetines de camareras de La Boca emplazados frente al Riachuelo, "El bar de la taquera" y el "Café del Griego", debutaba Agustín Bardi integrando, como violinista, un trío con Ravina y Benigno, y más tarde un cuarteto con el Tano Genaro Espósito. Al poco tiempo pasó al café "La Marina" donde interpretó públicamente el piano por primera vez. En 1911 actuó en "El Estribo" y ese mismo año compuso su primer tango: Vicentito, dedicado al bandoneonista Vicente Greco.
Su más importante investigador, Eduardo Visconti, define así su estilo y su voz: "Su línea interpretativa era dramática y al mismo tiempo melódica. Una voz particular, de registro barítono atenorado, agradable timbre y clara dicción, voz potente, melodiosa y afinada, de corte gardeliano". Héctor Mauré dejó 293 grabaciones para los sellos Víctor, Orfeo, Columbia y Music Hall. Como autor y compositor registró en SADAIC 26 temas, uno de ellos, el tango "Oro y diamantes", fue grabado por Juan D'Arienzo.
Desde 1995 transformada en una de las principales intérpretes del género, Lidia Borda es admirada por público y crítica, quienes la consideran una cantante de culto y la mejor voz femenina surgida en las últimas décadas, despertando elogiosos comentarios. Moderna y original se remite a un repertorio clásico y poco transitado, registrado en parte en sus discos "Entre sueños", "Patio de tango" y "Tal vez será su voz".
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.