A fínes del siglo XVIII y principios del XIX la ópera de estilo italianizante aún domina la escena europea. Su esplendor eclipsa todo intento de arte nacional o en otro idioma, con crisis entre defensores y opositores de lo italiano, como fue la guerra de bufones en París. En Alemania se cerraban cada vez más teatros de ópera, y las representaciones se veían limitadas a las cortes y la aristocracia. Aún así, nació un género más ligero entre el vaudeville y la opereta, que en Inglaterra se llamó bailad opera y en Alemania singspiel, cuyo ejemplo por excelencia es La flauta mágica de Mozart, quien también compuso las partituras de Bastien et Bastienne, Zaida y la obra de ambientación turca, El rapto en el serrallo. La intención de imponer producciones alemanas de ópera seria fracasaron, desde el Alcestes de Schweitzer al Günter von Schwarzburg de Holzbauer, concentrándose muchos creadores en el más restringido de los melodramas, como el Pygmalion de Rousseau.
Se suele considerar a GIinka como el creador de la ópera rusa. Sin embargo ántes, en 1735, el compositor Araja llegó a San Petersburgo como director de una compañía italiana y compuso los primeros dramas musicados en ruso: La clemencia de Tito y Céfalo y Procris. La primera ópera de autor ruso fue Anita de Fomin, y la siguieron La buena chica y El molinero brujo, incluso componiendo una ópera con libreto de la zarina Catalina II. Bajo su gobierno, se crearon y estrenaron varios dramas líricos, como los de Pachkevitch, Titov, Kartezelli, Ekkel y el príncipe Gorchakov. En el reinado de Pablo I el teatro como disciplina perdió espacio, aunque hubo estrenos de Beloschkly y Koslowsky. Al llegar al trono Alejandro I resurgió el género con artistas italianos como Soliva y Cavos.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Biografía
Prelude
Biografía
Jean Sibelius
Programa N° 10 - 07 de noviembre de 2010
N° 4 - 26 de septiembre de 2010
Renée Fleming (Norma)
Joaquín Rodrigo
Hacia 1908 y en algunos cafetines de camareras de La Boca emplazados frente al Riachuelo, "El bar de la taquera" y el "Café del Griego", debutaba Agustín Bardi integrando, como violinista, un trío con Ravina y Benigno, y más tarde un cuarteto con el Tano Genaro Espósito. Al poco tiempo pasó al café "La Marina" donde interpretó públicamente el piano por primera vez. En 1911 actuó en "El Estribo" y ese mismo año compuso su primer tango: Vicentito, dedicado al bandoneonista Vicente Greco.
Posiblemente, junto a Francisco Fiorentino, fue el modelo del "cantor de la orquesta". Tanto es así que hablar de Ángel Vargas nos remite indefectiblemente a Ángel D'Agostino, el director de la orquesta de sus grandes éxitos. Cantor de una personalidad impresionante, es el símbolo del fraseo porteño de los años cuarenta. Vargas canta como únicamente se cantó en el cuarenta. Su fraseo era reo y compadrito pero al mismo tiempo, de un infinito buen gusto. Tenía una dulzura que disimulaba su voz pequeña pero varonil, transmitía simpatía y era sobretodo, un cantor carismático. Fue sin duda uno de los más grandes artistas de nuestro tango.
Su estilo romántico, su voz dulce y su afinación lograron que el éxito le llegara siendo muy joven. Pero también fue un estudioso que nunca abandonó el cuidado de su voz y que, además, se formó musicalmente, a tal punto que fundó su propio conservatorio, por donde pasaron importantes figuras de la canción nacional.
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.