En el siglo XVIII, los compositores italianos desarrollaron tanto la ópera como la música sacra. Así como la cantata italiana se parecía a una ópera de concierto, la ópera se convirtió en una especie de cantata escenificada. La producción creció sin límites y con cada representación se renovó el interés por un género del que no existía un repertorio a repetir en varias ciudades (como sucedió en los inicios de la ópera), porque los teatros insistían con montar novedades.
Por eso se valoraba mucho a los compositores prolíficos, capaces de crear tres o cuatro óperas por año.
Para ello, utilizaban música compuestas con anterioridad y les daban un texto nuevo.
Era mínima la armonización, casi no existía la polifonía y abundaba la improvisación, aunque resaltando el bel canto de divos y divas.
Los textos fueron banalizados y, a pesar de su decadencia, la ópera italiana conquistó Europa.
En el siglo XVIII sonaron los nombres de creadores musicales como Lotti, discípulo de Legrenzi y adscrito a la escuela veneciana descendiente de Alessandro Scarlatti, que compuso óperas y música religiosa trabajando para el príncipe elector de Sajonia.
Otro destacado fue el del veneciano Antonio Caldara, autor de óperas, música religiosa e instrumental. También Benedetto Marcello, autor de obras religiosas e instrumentales.
La escuela napolitana continuó la obra de Pier Francesco Cavalli y cuenta en su haber con nombres valiosos como Francesco Durante, autor de música religiosa; Niccola Antonio Porpora, que trajo al famoso castrato Farinelli a la corte de Fernando VI de España; y Leonardo Leo, veneciano pero residente en Nápoles.
Asimismo, se destacaron en la época el boloñés Padre Martini, uno de los primeros historiadores de la música, y Steffani, que difundió el arte escénico italiano en Alemania.
HECTOR BERLIOZ
Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.
El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.
La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.
La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.
En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.
DANIEL BARENBOIM
"Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"
GEORGE GERSHWIN
"Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"
GUSTAV MAHLER
"Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"
FRANZ SCHUBERT
"Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"
BEDRICH SMETANA
"Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"
Gaetano Donizetti
Juan Diego Flórez (Arturo)
George Gershwin
Ciclo 2011 - Programa N° 8
Moderato assai
Nicolai Rimsky Korsakov
Piotr Illich Chaikovski
René Kollo (Max)
Tenía la pinta de un malevo imaginado por Jorge L. Borges. La de un compadre de los viejos tiempos, de aquellos que solían transitar entre el campo y los arrabales de la ciudad, silenciosos y distantes, que solamente respondían ante una provocación. Aunque el suyo fue un caso particular, sólo el tango lo llevaba a la acción. Y fue el más violento de todos, porque los títulos que engrosaron su repertorio fueron desafíos que confrontó hasta sangrar, todos elegidos para tal efecto, salvo algunas licencias como para aliviar tensiones.
El 1º de noviembre es una fecha fundamental en la historia del tango: se cumplen cien años del nacimiento de Homero Nicolás Manzione, más conocido como Homero Manzi, un poeta que en apenas 44 años de vida se dio el lujo de inventar un mundo. El fue quien evocó un pasado mítico en el sur porteño, cantó a los amores perdidos y los cielos añorados, y fue el culpable de que hoy Boedo sea un barrio en la nomenclatura porteña y no sólo una calle que se cruza con San Juan. Junto a su pasión lírica, Manzi fue también lo que en los 60 se llamó “un intelectual comprometido”: pasó sin escalas de las filas de Forja al peronismo más visceral.
Los años 60, fueron muy difíciles para el tango. El rock se había impuesto en la juventud y la política cultural y los medios de comunicación apoyaban más al folklore que a la música ciudadana. El tango estaba "en baja", no se vislumbraba ninguna figura en el horizonte y los tangueros se guarecían en los pocos refugios que había en Buenos Aires. En esas apareció un muchachito rubio, con pinta de galán televisivo, simpático y muy sencillo. Reynaldo Martín fue un remanso de aire puro que enseguida atrajo al público con su voz expresiva y fresca, con una muy buena dicción y, lo que es más importante, afinado.
Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.
El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.