Sábado, 20 de Abril de 2024

Clásica y Ópera | Ópera

Fausto de Gounod

Fausto de Gounod

La gestación de esta ópera tuvo inconvenientes, porque poco antes de su terminación se estrenó en París un melodrama sobre el mismo tema, y Gounod no tuvo más remedio que interrumpir su trabajo. El director del teatro le propuso otro libreto. Gounod reanudó Fausto tiempo después, terminó la ópera y la hizo representar en el Théatre Lyrique de París el 19 de marzo de 1859. El público la recibió con frialdad, la encontró "demasiado alemana". De hecho, el éxito mundial de la obra comenzó en Alemania, donde se representó muy pronto en todos los escenarios con el título de Margarethe.








Ópera en cinco actos (siete cuadros).
Libreto de Jules Barbier y Michel Carré, basado en la obra homónima de Goethe.


Lugar y época: Una ciudad alemana; la noche de Walpurgis en un lugar imaginario; la Edad Media.

Argumento: A una obertura sin interés especial sigue el primer cuadro, en el estudio del doctor Fausto, que ha pasado la noche entregado a los libros, como muchísimas otras en su larga vida. Pero cuanto más estudia, con más desesperación reconoce que no ha avanzado nada en las grandes cuestiones de la existencia. En un ataque de melancolía quiere envenenarse, pero el alegre canto de los campesinos, que alaban a Dios y a la naturaleza, lo contiene. Fausto decide hacer un último intento. ¡Que Satanás lo ayude! Y Satanás se hace presente en el acto, se inclina y explica que su nombre es Mefisto (Mefistófeles). Fausto lo rechaza, pero vacila en vista de las maneras elegantes del visitante. Mefisto hace preguntas al sabio. ¿Qué desea? ¿Riquezas? No. ¿Fama? No. ¿Poder? Tampoco. Quiere una cosa que abarca todas las demás: juventud. Mefisto se la promete, pero a cambio de pagar un precio. Que el alma de Fausto le pertenezca después de morir. El sabio sigue dudando, pero entonces lo seduce la figura angelical de una joven que Mefisto, para atraerlo y hacerle aceptar el pacto, le enseña como una imagen lejana. Tal como anhelaba, Fausto rejuvenece por medio de fórmulas mágicas. Y ahora, ¡a conocer el mundo!

En el acto segundo hay una alegre fiesta en la ciudad, donde la multitud canta y baila. Sólo Valentín está serio; se va a la guerra y ha de dejar sola a su joven hermana Margarita. Siebel, que la ama en secreto, promete estar con ella. Valentín canta una alegre aria de despedida que se ha hecho célebre.

Un misterioso visitante que aparece de repente opone su propia canción a la de Valentín. Todos se estremecen ante la extraña melodía, el «rondó del becerro de oro» que entona Mefisto. Cuando termina, profetiza la pronta muerte de Brander y Valentín, y predice que toda flor que toque Siebel se marchitará de inmediato. Rechaza el vino que se le ofrece y hace que surja de un barril vacío un vino superior. Bebe a la salud de Margarita. Valentín, enfurecido por una alusión reciente sobre su hermana, desafía al extraño. Burlándose, Mefisto le hace frente y le rompe la espada. Con artes mágicas impide el avance de los jóvenes que lo amenazan. ¡El diablo! Un grito de horror recorre la multitud. Ante él sólo hay una defensa: la cruz. Mefisto tiene que retroceder ante las espadas, cuyas empuñaduras tienen forma de cruz, pero promete vengarse. Aparece Fausto y exige a Mefisto que lo lleve cuanto antes con Margarita. No será fácil conseguir su amor, objeta el diablo. El pueblo vuelve a entregarse a la danza. Gounod escribió para esta escena un vals vertiginoso que se ha hecho muy popular. Fausto se acerca a la joven con el ofrecimiento de acompañarla; Margarita, confundida, lo rechaza, no quiere que la llamen «señorita», como acaba de hacer Fausto. Sintiéndose íntimamente halagada, aunque mostrándose exteriormente inaccesible, Margarita prosigue su camino. Fausto no aparta ni un momento los ojos de ella. Se ha apoderado de Margarita un tierno sentimiento de felicidad que no había experimentado hasta entonces.

El acto tercero se desarrolla en el jardín de la casa de Margarita. Siebel lleva un ramo de flores, pero las palabras de Mefisto se hacen realidad: las flores se marchitan rápidamente. Aparecen Fausto y Mefisto. Cuando ven las flores de Siebel, Mefisto se aleja para llevar un regalo más brillante. Entre tanto, Fausto canta una bella aria que describe la impresión de castidad y pureza que percibe en el umbral de la casa de Margarita.

Mefisto regresa con un estuche que contiene una joya que Fausto pone en la puerta de Margarita. Se van ambos. Margarita regresa a su casa. Se sienta a la rueca y canta la antiquísima balada del rey de Tule; pero se detiene varias veces, el recuerdo del joven que le habló interrumpe una y otra vez sus pensamientos. Entonces descubre el estuche. Duda un buen rato, pero vence la curiosidad. Se pone la joya mientras canta la muy conocida «aria de la joya». Marta, la vecina, llega rápidamente y admira la joya. Entonces regresan Fausto y Mefisto. Este último se acerca a Marta con el pretexto de transmitirle los últimos saludos de su esposo, fallecido en el campo de batalla. Mientras le cuenta un montón de anécdotas y le hace la corte, logra alejarla de la joven pareja, cuyos sentimientos amorosos son cada vez más intensos. Después de un largo y melodioso dúo de amor, Fausto y Margarita se despiden. Margarita entra en su habitación, cuya ventana abre completamente. Contempla con alegría las estrellas y canta su felicidad. Fausto la observa entre los arbustos. Corre hacia ella y se arroja en sus brazos abiertos. En el jardín nocturno resuenan horriblemente las carcajadas de burla de Mefisto.

Fausto ha abandonado a Margarita, que espera un niño, y, desesperada, está a merced de la maldad de cuantos la rodean. Busca consuelo en la iglesia. Pero en los cantos sagrados del coro se mezcla siempre la voz de Mefisto, hasta que Margarita se desvanece.

Los soldados regresan a sus casas; entre ellos está Valentín. Se ha enterado de la deshonra de su hermana y quiere pedirle explicaciones. Fausto y Mefisto llegan también a la casa de Margarita, donde Mefisto canta una serenata acompañándose con la guitarra. Valentín desafía a ambos. Fausto, cubierto por Mefisto, apuñala al hermano de su amada. Se acercan rápidamente los vecinos y oyen al moribundo maldecir a su hermana.

El cuadro primero del acto quinto describe las orgías que celebran las brujas en la noche de Walpurgis, según la creencia medieval. Sobre la cima rocosa está el reino de Mefisto; con la belleza demoníaca de las brujas intenta apartar a Fausto de sus recuerdos. Es el momento de un brillante ballet que no podía faltar en ninguna ópera francesa de la época. Pero Fausto no puede olvidar a Margarita.

Margarita está en el calabozo. Ha matado a su propio hijo y se hunde cada vez más en la locura. Entra Fausto, conducido por Mefisto. Margarita lo reconoce con esfuerzo; la orquesta evoca las melodías de amor. Pero cuando Fausto va a llevársela, Margarita vuelve a caer en la locura. Mefisto lo apremia, está a punto de amanecer, se oyen voces. Fausto trata de explicarse por última vez ante Margarita, pero entonces la muerte la libera de sus sufrimientos. Mefisto, consciente de su victoria, exclama: «¡Condenada!», pero los coros celestiales eclipsan su grito con un «¡Salvada!» de suave resplandor.

Fuente: La leyenda medieval del doctor Fausto, un sabio que vende su alma al diablo para recuperar lo perdido y disfrutar de ello, pero también para conocer la solución de los problemas de la existencia, ha motivado a innumerables poetas y escritores. La versión de Goethe es una de las grandes obras maestras del espíritu occidental. Su argumento profundo y sin embargo teatralmente representable ha atraído también a muchos compositores. Recordemos los Faustos de Boito, Berlioz y Spohr, así como los más modernos de Busoni y Reutter, pero también una serie de obras que son variaciones sobre el mismo tema (por ejemplo The Rakes Progress, de Stravinski).

Libreto: Si no se compara el trabajo de los libretistas con la obra de Goethe, se pueden apreciar algunas cosas positivas. Sobre todo la hábil adaptación escénica, la selección de cuadros variados y emocionantes, la distribución de puntos culminantes y oasis líricos. De Goethe queda poco más que un argumento exterior, el drama de una joven pequeño burguesa, que conmueve y emociona. El sentido profundo del elemento «demoníaco» se ha perdido completamente (mientras que en el Mefistofele de Boito se mantuvo un poco más). A pesar de eso (o precisamente por eso), es una obra que da excelentes resultados y tiene papeles gratificantes.

Música: También Gounod se ha alejado del drama de Goethe, cuyo demonismo en ningún momento se expresa en la música. Pero es un gran melodista, tiene una espléndida línea de canto y una técnica orquestal brillante. Muchas partes de la ópera se han vuelto muy populares y siguen siéndolo hoy por su fácil comprensión. Es la música indicada para una grande opera, muy efectiva, con sonidos embriagadores.

Historia: La gestación de esta ópera tuvo inconvenientes, porque poco antes de su terminación se estrenó en París un melodrama sobre el mismo tema, y Gounod no tuvo más remedio que interrumpir su trabajo. El director del teatro le propuso otro libreto. Gounod reanudó Fausto tiempo después, terminó la ópera y la hizo representar en el Théatre Lyrique de París el 19 de marzo de 1859. El público la recibió con frialdad, la encontró «demasiado alemana». De hecho, el éxito mundial de la obra comenzó en Alemania, donde se representó muy pronto en todos los escenarios con el título de Margarethe. Diez años más tarde, Gounod revisó la obra con vistas a confeccionar una grande opera, reemplazó los diálogos originales por partes cantadas e introdujo en la partitura un impresionante coro de soldados y la «oración» de Valentín; la obra se convirtió en un «clásico» de la ópera francesa en todo el mundo, en Estados Unidos desde 1863, en España desde 1864 y en Argentina desde 1866.

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Breves

  • HECTOR BERLIOZ

    Fue un creador cuyo obstáculo fue la intransigencia de la mayoría de los músicos en casi todos los temas, desde su apoyo al uso del saxofón o a la nueva visión dramática de Wagner. Su vida fue excéntrica y apasionada. Ganó el Premio de Roma, el más importante de Francia en aquel momento, por una cantata hoy casi olvidada. Su obra musical es antecesora de estilos confirmados posteriormente.

  • El aprendiz de brujo de Paul Dukas se basa en una balada de Goethe. Es un scherzo sinfónico que describe fielmente cada frase del texto original.

  • La primera ópera de la que se conserva la partitura es Orfeo de Claudio Monteverdi. Se estrenó en Mantua en 1607, con motivo de la celebración de un cumpleaños, el de Francesco Gonzaga.

  • La obra que Stravinski compuso desde la época del Octeto de 1923 y hasta la ópera The Rakes Progress de 1951, suele considerarse neoclasicista.

  • En la Edad Media encontramos la viela de arco, de fondo plano y con dos a seis cuerdas, que se perfeccionó en la renacentista, hasta llegar a su transformación en el violín moderno a partir del siglo XVI, cuando se estableció una tradición de excelentes fabricantes (violeros) en la ciudad de Cremona.


Citas

  • DANIEL BARENBOIM

    "Un director no tiene contacto físico con la música que producen sus instrumentistas y a lo sumo puede corregir el fraseo o el ritmo de la partitura pero su gesto no existe si no encuentra una orquesta que sea receptora"

  • GEORGE GERSHWIN

    "Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María"

  • GUSTAV MAHLER

    "Cuando la obra resulta un éxito, cuando se ha solucionado un problema, olvidamos las dificultades y las perturbaciones y nos sentimos ricamente recompensados"

  • FRANZ SCHUBERT

    "Cuando uno se inspira en algo bueno, la música nace con fluidez, las melodías brotan; realmente esto es una gran satisfacción"

  • BEDRICH SMETANA

    "Con la ayuda y la gracia de Dios, seré un Mozart en la composición y un Liszt en la técnica"

MULTIMEDIA

  • Cuatro piezas sacras

    Stabat Mater

  • Una furtiva lagrima

    Roberto Alagna (Nemorino)

  • Años de peregrinaje

    Franz Liszt

  • Dammi i colori... Recondita armonia

    Mario del Monaco (Mario Cavaradossi)

  • Obertura 1812

    Piotr Illych Chaikovski

  • Canon en re mayor

    Johann Christoph Pachelbel

  • Fantasía para un gentilhombre

    Joaquín Rodrigo

  • Fantasía para un gentilhombre

    Joaquín Rodrigo

Intérpretes

Voces

Amelita Baltar

Amelita Baltar

No es fácil introducirse en el mundo artístico de Amelita Baltar, una figura del canto que se entronca en el tango por caminos no tradicionales. Ella no es la "piba de barrio" que alcanza notoriedad, después de haber pasado el examen de cantar ante familiares y amigos, de haber actuado en concursos que buscan "la nueva voz" o transitado boliches tangueros. Muchos la consideran un "invento" de Piazzolla, otros dicen apreciar en ella una nueva voz alucinada y sensual, enraizada en la canción rioplatense.

Poetas

Horacio Ferrer

Horacio Ferrer

Llegó al tango con sus letras locas cuando éste ya no podía darle la fama y la devoción popular que había derramado sobre otros creadores, que para entonces estaban muertos o se resignaban al ocaso. Pero se abrió paso de todas formas, y hasta logró ser el letrista adoptado por Astor Piazzolla, único vanguardista que no desdeñó el tango canción. Por momentos consiguió conectar con esas grandes masas ya alejadas del género, y le regaló a Piazzolla la multitudinaria repercusión popular que le había faltado. De todas formas, nunca incurrió en una lírica directa y plana, empecinamiento por el que todo artista paga un precio.

Músicos

Sebastián Piana

Sebastián Piana

Entre los artistas de más extensa trayectoria que haya tenido nuestra música popular, Sebastián Piana se ha distinguido por la jerarquía y la sostenida inventiva de su obra de compositor de formidable clásicos: bastará la mención de "Sobre el pucho", "El pescante", "Arco iris", "Tinta roja" y "Milonga triste", para ubicar inmediatamente su talento, su corazón de hombre de Buenos Aires y el nobilísimo cuño de su inspiración. Musicalizó varias películas y obras teatrales. Son innumerables las obras que lograron un éxito resonante.

Junín, 13/06/2016

Presentaron “Tango en Junín”

Los amantes del tango podrán disfrutar de diversas actividades durante cinco días en Junín. El intendente la Ciudad, Pablo Petrecca, presentó oficialmente “Tango en Junín”, un importante ciclo cultural que se desarrollará entre el 13 y el 17 de julio próximos e incluirá la realización de la preliminar del Festival y Mundial de Tango BA 2016.

Mar del Plata, 30/05/2016

Amelita Baltar en el Teatro Colón

El sábado 11 de Junio a las 21 hs se presentará en el Teatro Municipal Colón la gran cantante Amelita Baltar, acompañada por la Orquesta Municipal de Tango que dirige el Maestro Julio Davila y el pianista Aldo Saralegui como invitado especial. Luego de su presentación en Mar del Plata, la cantante estrenará un nuevo espectáculo: "Noches de Kabaret" en el Teatro Maipo de Buenos Aires.

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