Gran ópera heroica en cinco actos. Libreto de Philippe Quinault, basado en Torquato Tasso.

Personajes: Armida (soprano); Rinaldo o Renaud, general del ejército de los cruzados (tenor); Hidorat, rey de Damasco (bajo); Aront, su general; Artemidoro, Ubaldo, Furias, demonios, ninfas, etc.

Lugar y época: Damasco, año 1099 d.C., durante las Cruzadas.

Argumento: La poderosa reina de Damasco, Armida, no sólo es una belleza deslumbrante, sino que además posee poderes mágicos. Ama en secreto al cruzado Rinaldo (o Renaud), que es indiferente a sus encantos. El amor femenino se transforma en odio. Rinaldo, que se ha separado de Godofredo de Bouillon, el jefe de la Cruzada, sigue caminos propios y llega a un maravilloso jardín que Armida, para atraparlo, ha hecho aparecer por arte de magia en medio del desierto. Rinaldo se queda dormido en el jardín; sin embargo, cuando Armida está a punto de clavarle el puñal, vuelve a encenderse su amor y lleva al caballero secuestrado a su castillo. Allí, viviendo con Rinaldo, las Furias de la duda la atormentan y la hacen oscilar entre el amor y el odio. Los compañeros de armas de Rinaldo se abren camino hasta él con gran dificultad. Son parcialmente atraídos o rechazados por apariciones fantasmales. Por último llegan al castillo; de sus manos toma Rinaldo la espada con que volverá a la lucha por Jerusalén. Después de una breve despedida, escapa de los brazos de Armida, que temblando de furia destruye el castillo encantado y queda sepultada bajo los escombros.

Libreto: El argumento se basa en uno de los numerosos episodios de La Jerusalén libertada, epopeya de Torquato Tasso (1544-1595). El dramaturgo francés Philippe Quinault (1635-1688), importante colaborador de Lully, compuso un libreto basado en el mismo tema para este compositor, con el título de Armide et Renaud, que Gluck utilizó literalmente, a pesar de que estaba lejos del carácter fundamental de sus obras. ¿Quiso ponerle música a un libreto operístico con características diferentes o lo atrajo simplemente la psicología de los personajes sometidos a la tortura de la vacilación: Armida entre el amor y el odio, Rinaldo, entre el amor y el honor? Lamentablemente, en Armide hay varios episodios secundarios y escenas de ballet que no están motivados de manera convincente; a decir verdad, los acompaña una música bella, pero interrumpen el desarrollo dramático (y en este caso habría que aplicar el principio de Gluck).

Música: Puesto que el argumento está dividido en muchas escenas y sucede en muchos lugares, falta a la música la gran línea unitaria que caracteriza a las obras del Gluck de la «época de la reforma». El compositor alcanza el punto culminante de su creación en muchos fragmentos. Nos resulta extraña aquí la frecuente utilización, acostumbrada en la época, de fragmentos tomados de otras óperas, de un carácter completamente diferente.

Historia: El mismo argumento fue utilizado por muchos compositores, entre ellos Lully, Handel, Karl Heinrich Graun, Traetta, Jommelli, Salieri, Sacchini y, ya después de Gluck, Haydn, Cherubini, Anfossi, Zumsteeg, Righini y Rossini. La ópera de Gluck se estrenó en París el 23 de septiembre de 1777, poco antes del retorno definitivo del maestro a Viena. El éxito fue grande, pero también la polémica, que acompañó la actividad de Gluck desde el primero hasta el último día de su estancia en París y que tuvo una gran resonancia.

Fuente: “Diccionario de la Ópera” – Kurt Pahlen