Clásica y Ópera | Historia
La Era Romántica
El período musical romántico recibió su nombre por los "romances" medievales relatos y poemas acerca de personas heroicas, escritos en el idioma nacional, más que en el latín, que sólo podía ser leído por los eruditos y los eclesiásticos. Durante los períodos barroco y clásico la música fue impersonal y generalmente se concentraba en Dios o estaba dedicada a El. El "romanticismo" destacó la libertad de expresar los sentimientos personales, no sólo en música sino también en la pintura, la escultura, la literatura y todas las artes.
Reviviendo el pasado
Los artistas creadores ofrecieron una última resistencia a la creciente mecanización de la sociedad. Era una última y desesperada bocanada de aire fresco antes de la Revolución Industrial, con sus fábricas atestadas y sus chimeneas que desprendían el humo destinado a contaminar el cielo y el espíritu de la humanidad. Los artistas deseaban conservar la vida sencilla, las aldeas tranquilas, los ríos de aguas cristalinas, los bosques misteriosos e inexplorados. La inspiración provenía de lugares y tiempos lejanos de las leyendas de los valerosos caballeros que amaban a doncellas inalcanzables. En la historia y la canción estos sueños nunca se realizaban, ni se satisfacían los deseos. Era la “música de programa”, la música que relataba historias.
Tampoco se descuidaba la música religiosa. Beethoven, Schubert, Berlioz, Liszt, Brahms, Mendelssohn, Saint-Saéns, Verdi, Fauré y Dvorak compusieron obras sacras monumentales para coro y orquesta, oratorios, misas y réquiems.
Siguiendo la herencia de Beethoven, el compositor romántico no era empleado de nadie. Creaba su propia música, fruto de sus pensamientos y sentimientos apasionados, y no respondía al propósito exclusivo del entretenimiento. La única realidad con la cual debía lidiar era la inseguridad de depender de la venta de su música o, si también era ejecutante, de los ingresos obtenidos con sus conciertos.
Un público nuevo
El público romántico ya no estaba formado exclusivamente por la nobleza. La acaudalada nueva burguesía de los mercaderes y los empresarios y sus familias comenzó a asistir a los conciertos. Las representaciones ya no se limitaban al salón, la sala de conciertos o la ópera. Desde la invención del piano en 1709, un instrumento para el cual Mozart creó un conjunto completamente nuevo de composiciones, la ejecución de la música se trasladó al hogar. La mayoría de las casas tenía un piano o un armonio (es decir, un pequeño órgano) en la sala, y los niños, sobre todo las niñas de la casa, debían ser capaces de tocarlo. Esta tradición se mantiene firme hasta hoy en la alta clase media, para placer y beneficio de los profesores de musical Los compositores escribían música para estos artistas en ciernes, y ellos formaban una amplia gama, desde los intensos ejercicios repetitivos de Johann Baptist Cramer (1771-1858), Muzio Clementi (1752-1832) y Carl Czerny (1791-1857), cuya "Escuela de Velocidad" todavía es material de estudio de los indefensos alumnos de piano, hasta los bellos y difíciles "études" (estudios) de Chopin y los elevados Trascendental Études de Liszt.
Las mujeres en primer plano
Por primera vez la carrera de concertista estuvo al alcance de las mujeres. Clara Wieck, que se convirtió en la esposa de Robert Schumann, era una pianista excepcional. Ofreció su primera actuación pública a los nueve años. También compuso muchas piezas para piano, incluso un concierto, un trío, cadenzas para los conciertos de Mozart y Beethoven, y varias canciones. En Francia, Cécile Chaminade (1857-1944) también se destacó como compositora y pianista, debutó a los ocho años. Sus obras incluyen una ópera cómica, un ballet, suites orquestales, canciones y música ligera de salón. El lisonjero y La danza del pañuelo generalmente están incluidas en la mayoría de las colecciones para piano.
Un conservatorio no es sólo un semillero
A causa de la ampliación del interés por la música, se fundaron importantes escuelas en Europa y Estados Unidos. En Italia habían existido conservatorios desde el Renacimiento, pero en su mayoría eran orfanatos que concentraban los esfuerzos en la formación musical. Las nuevas instituciones estaban abiertas a los aspirantes sobre la base del talento. Uno de los primeros fue el Conservatoire National de Musique de París (1795). Siguieron los conservatorios de Praga (1811), Bruselas (1813), Viena (1821), Londres (la Real Academia de Música. 1823), y Leipzig (1843), fundado y dirigido por Félix Mendelssohn. El Conservatorio de Leipzig se convirtió en modelo de muchas otras instituciones semejantes del mundo, especialmente en Estados Unidos, donde Oberlin (1865), el Conservatorio de Nueva Inglaterra (1867), Cincinnati (1867), y el Instituto Peabody en Baltimore (1868) fueron algunas de las escuelas de música que florecieron cuando el país superó los impedimentos de la Guerra Civil.
El material impreso
Los más antiguos editores de música fueron Breitkopf y Hártel, establecidos en Leipzig en 1719. En Alemania también estaban Peters (1814) y Schott (1773); en Italia, Ricordi (1808); en Francia, Durand (1869); en Inglaterra, Novello (1811), y G. Schirmer (1861) en Estados Unidos. Todas estas editoriales continúan trabajando hoy día.
El atrevimiento de la danza
El ballet según lo conocemos hoy también culminó durante el período romántico. París, hogar del ballet afrontó provisionalmente el desafío de las escuelas rusas de ballet de Moscú y San Petersburgo, y del Real Ballet Danés. Sin embargo, muchos famosos coreógrafos rusos, por ejemplo Fokine, o bailarines de ballet como Pavlova y Nijinski y el empresario Diaghilev emigraron a Francia antes de la Revolución de 1917, y París se convirtió de nuevo en el centro mundial del ballet.
El vals fue elevado al nivel de las piezas de concierto cuando Chopin sedujo a los públicos de los salones con sus etéreas creaciones. Chaikovski compuso grandes valses orquestales para sus ballets, así como suites, su ópera Eugene Onegin y el tercer movimiento de su Quinta Sinfonía. Berlioz había dado el ejemplo antes con el segundo movimiento de su Symphonie fantastique, titulado Un baile. Los aportes originales de Brahms son sus Liebeslieder Waltzes, para voces y dúo de pianos. Pero fue necesaria la contribución de Josef Lanner, Johahn Strauss (padre) y Johann Strauss (hijo), el Rey del vals, para apartar del escenario al vals. En las danzas tradicionales -el minué, la giga, la cuadrilla, etcétera- los compañeros, como en la danza de figuras, apenas se tocan. ¡Ahora, la sociedad tenía que superar el "shock" de ver a los hombres y las mujeres abrazándose!
Otras danzas para parejas se infiltraron en la escena social. De Europa Central y Oriental llegaron la mazurca, la polca y la polonesa. Aunque la danza grupal no desapareció, las danzas para las parejas se convirtieron en las formas más populares, hasta que el "jitterbug", el "twist" y el "rock'n' roll" de nuevo suprimieron la proximidad de los participantes en la danza.
El crisol musical
La música, que había sido monopolizada por los compositores alemanes, austriacos, franceses e italianos, llegó entonces de todos los rincones de Europa: Chopin (Polonia), Liszt (Hungría), Chaikovski y los Cinco Rusos (Balakirev, Borodin, Cui, Mussorgski, Rimsky-Korsakov), Grieg (Noruega), Sibelius (Finlandia), Smetana y Dvorak (Bohemia), Balfe, Sullivan, Delius y Elgar (Inglaterra), Gottschalk, Joplin y MacDowell (Estados Unidos), contribuyeron todos al generoso cuadro del período romántico.
El rey de las tormentas
La ópera alcanzó nuevas cotas. El hombre que revolucionó la forma fue Richard Wagner (1813-1883). Muchos músicos al principio rehusaron ejecutar sus trabajos, porque se oponían a los principios establecidos, y porque muchas personas ni siquiera estaban dispuestas a escuchar esa música. Wagner también hizo historia con su Ciclo del Anillo, las cuatro óperas míticas cuya ejecución necesita tres días. Entretanto, la ópera italiana culminó con las obras maestras más tradicionales pero muy dramáticas de Verdi y Puccini.
Fin de Siglo
El fin del período barroco marcó el comienzo del progreso realista. El primer ferrocarril fue inaugurado en Inglaterra en 1825, el telégrafo transmitió su primer mensaje en 1836, la cámara presentó su primera imagen en 1839. La era romántica presenció la transmisión del mensaje de Alexander Graham Bell, que decía: "Señor Watson, venga aquí, lo necesito", con su primer teléfono en 1877. La iluminación de la ciudad de Nueva York por el señor Edison en 1878; y el motor de combustión interna que abrió paso a los carruajes sin caballos.
Hacia fines de siglo los compositores también avanzaron hacia el "realismo". En Francia, Fauré, Satie, Debussy y Ravel se combinaron con la escuela artística impresionista, y exhibieron pasión por el refinamiento y la elegancia. En Alemania, Bruckner y Mahler compusieron enormes sinfonías con acordes disonantes; se necesitaría otra generación de oyentes para acostumbrarse a estas composiciones.
Hacia principios del siglo XX, los hermanos Wright consiguieron elevarse en el aire, abriendo los cielos en el mismo momento en que las tormentas políticas los ensombrecían. Un período que comenzó con formas exuberantes de la vida y el amor terminó con una gran nostalgia, cuando la gente advirtió que estaba llegando el fin de la era de la inocencia. Los elevados principios de la era romántica se esfumaron en el humo de los cañones de la Primera Guerra Mundial.
Fuente: “Breve guía de la música clásica” Dra. Anne Gray
Galería de fotos: Mendelssohn, Chopin, Liszt, Berlioz.
- Más Notas
- Florence Foster Jenkins, la peor cantante de ópera de la historia
- Los grandes compositores y las sagradas escrituras
- Mozart y Da Ponte: "Las bodas de Fígaro"
- Ópera del Margrave
- Teatro El Círculo de Rosario