Compositor alemán; nacido en Magdeburgo el 14 de marzo de 1681. Hijo de un pastor, no recibió una educación musical sistemática, siendo su formación autodidacta.  

En 1701 conoce a Hándel y luego marcha a Leipzig, donde estudia Leyes. En 1702 es nombrado organista de la Neue Kirche, y en 1704 maestro de capilla del conde de Promnitz en Sorav. En 1708 reside en Eisenach, donde traba amistad con Bach.

En 1712 es nombrado director musical en Francfort, y en 1716 maestro de capilla del margrave de Bayreuth. En 1721 se establece en Hamburgo, siendo muy famoso, hasta el punto de que sus contemporáneos lo estimaron igual a Bach.

Ese año quedó vacante el puesto de kantor del Johanneum de Hamburgo, el que involucraba responsabilidades académicas y la dirección de las cinco principales iglesias de Hamburgo. Telemann fue invitado a ocuparlo y por fin accedió a un cargo que conllevaba ilimitadas oportunidades para componer e interpretar. Tenía que escribir dos cantatas a la semana, producir una Pasión anualmente y proporcionar música ocasional para ceremonias eclesiásticas y cívicas. Y tal fue su vitalidad e ímpetu creativo, a pesar de todas las responsabilidades, pudo responder a encargos adicionales provenientes de la misma ciudad y del exterior.

Sin embargo, cuando quiso involucrarse activamente con la Opera de Hamburgo, los encargados de la ciudad se opusieron a su participación. Telemann reaccionó de una forma típica: renunció y postuló al cargo de kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, siendo seleccionado en 1722 por sobre Bach, Graupner y otros tres candidatos. Si bien el concejo de la ciudad de Hamburgo rechazó su renuncia, se vio obligado a mejorar su salario y desechar sus objeciones en cuanto a la labor de Telemann en la Opera de Hamburgo. Entonces el compositor redobló sus actividades en Hamburgo e incrementó la cantidad de conciertos públicos ofrecidos en las iglesias y otras salas, los que eran patrocinados por importantes ciudadanos de Hamburgo y apoyados con el pago de una entrada.

Pero lo más trascendente, Telemann fue nombrado director musical de la Opera de Hamburgo y produjo obras tanto serias como cómicas, muchas de las cuales hoy no se conservan o sobreviven solamente en fragmentos a través de la colección Der Getreuer Music-Meister. Además de las propias óperas de Telemann y aquellas de Reinhard Keiser, se incluyeron las óperas londinenses de Haendel durante la permanencia de Telemann en el cargo.

Der Getreuer Musikmeister fue fundado en 1728 por Telemann y J.V.Görner. Este un periódico musical, el primero de su tipo en Alemania, aparecía cada dos semanas, poseía cuatro páginas y contenía una lectura o una lección musical, esta última compuesta especialmente para la publicación. No sólo era música de Telemann, sino también de Keiser, Bonporti, Zelenka, Ritter y Stoltzer. Lamentablemente las ediciones individuales no tienen fecha ni se sabe por cuanto tiempo apareció el periódico. Hoy se conservan solamente 25 de estas ediciones.

Telemann permaneció en Hamburgo hasta su muerte en 1767, y aunque su nombre se asocia principalmente con esa ciudad, viajó ampliamente a otros lugares de Europa. Su amistad con Haendel fue duradera y Telemann incluyó a su colega en la lista de suscriptores de la más ambiciosa publicación musical realizada durante su vida, Música de Mesa, que apareció en tres volúmenes durante el curso de 1733.

Telemann fue un compositor prolífico y produjo una enorme cantidad de obras seculares y religiosas. Su catálogo incluye 1043 cantatas religiosas, 46 partituras sobre la Pasión y numerosas óperas. En el terreno instrumental practicó con notable continuidad la suite orquestal conformada por una obertura y una sucesión de movimientos de danza. Esa suite se originó con Lully en Francia pero fue cultivada por muchos compositores germanos. Se cree que compuso unas 600 suites de las cuales sobreviven unas 100.

Factores clave para que Telemann se convirtiera en el más famoso músico de su época en Alemania fueron su sentido del humor, una personalidad amigable, una tremenda confianza en sí mismo y una productividad increíble desde temprana edad. Tuvo la buena fortuna de ser admirado y no envidiado por su constante persecución de mejores puestos en las cortes e iglesias. Y aunque tenía el coraje de enfrentar a sus superiores si ellos intervenían con sus planes de organización y publicación, nunca dejó de recibir encargos y cumplirlos en su totalidad. Su sueldo en Hamburgo fue casi tres veces el de Johann Sebastián Bach en Leipzig y ganó dinero extra publicando y vendiendo sus obras a entusiastas de la música.